Los Seguros para Educación son planes de ahorro que, a nosotros como padres, nos dan la garantía de que cuando nuestros hijos lleguen a la mayoría de edad podrán recibir el dinero para poder seguir con sus estudios universitarios sin problemas ni preocupaciones.
Antes que nada, hay que tener en cuenta que un seguro educativo, como cualquier otro tipo de seguro es una inversión a futuro y que, en este caso, resulta mucho más importante porque lo que vamos a proteger es la educación de las personas que más queremos.
La mayoría de los Seguros para Educación se pagan de manera mensual, trimestral, semestral o anual determinadas primas correspondientes hasta que se venza el plazo convenido con la aseguradora, que generalmente es hasta que nuestros hijos alcanzan la mayoría de edad.
¿Qué compone a los Seguros para Educación?
Los seguros educativos tienen distintos componentes que se deben tomar en cuenta y analizar al momento de adquirir uno.
- Ahorro: Aportaciones periódicas o primas de ahorro para alcanzar la suma asegurada.
- Protección: Cubre los riesgos que podrían afectar el cumplimiento de la meta de ahorro.
- Inversión: Se trata del dinero ahorrado y que genera un rendimiento, capitalizándose para no perder su poder adquisitivo.
Este tipo de seguros también suelen incluir otros beneficios adicionales al ahorro, como el pago de una suma asegurada en caso de enfermedad, muerte accidental o invalidez de quien contrató el seguro.
El dinero que tus hijos recibirán puede ser en un pago único o contratando un fideicomiso en administración que, de manera periódica, realizará el pago de colegiaturas, por ejemplo.
Los Seguros para Educación son una inversión que permitirá a tus hijos poder llevar a cabo sus sueños sin tener que preocuparse por ello. Un seguro te dará la tranquilidad de saber que estás protegiendo el futuro escolar y profesional de las personas que más quieres: tus hijos. ¡Contáctanos hoy mismo!